Heath's Modern Language Series: The Spanish American Reader - Part 51
Library

Part 51

--Bien se yo--decia--que no estamos en Jerusalen: Bien se yo que esta tierra no es aquella de nuestros antepasados. Pero, sembramos y tenemos trigo, y de noche, cuando, regresamos de la era tras del arado podemos bendecir al Altisimo porque nos ha conducido fuera de Rusia, donde eramos odiados y viviamos perseguidos y pobres.

El matarife replico: El trigo de Besarabia es mas blanco que el de la colonia. Y expreso pausadamente su descontento.

--En Rusia--dijo--se vive mal, pero se teme a Dios y se vive de acuerdo con su ley. Aqui los jovenes se vuelven unos gauchos.

El agudo silbato de la maquina disolvio a los vecinos. Tocaba el turno a las parvas de Moises Hintler, quien permanecia silencioso junto a la casilla rodante del maquinista. Era bajito, flaco, y sus ojos redondos y diminutos traducian en su mirar de miope una alegria profunda. A su lado, la mujer, envejecida en la miseria del pueblo natal, contemplaba la faena y la hija Dvorah, moza robusta y agil, preparaba el almuerzo.

Comenzo el trabajo. Subimos a la parva de Moises para alcanzar las gavillas y los peones engrasaban en tanto[3] la maquina formidable.

--Moises--exclamo el alcalde.--Tenias tambien parvas en Vilna? Alli trabajabas de joyero y componias relojes, ganando un par de rublos al mes. Aqui, Moises, tienes campo, trigo y ganado!

Levanto una copa de cana[4] y brindo:

--Moises: Como decimos en Rusia, yo deseo que tu tierra sea siempre fecunda y que por abundante,[5] no logres juntar su fruto.

Moises permanecio silencioso tras de la maquina. En su cabeza se revolvian antiguos recuerdos de su vida lugubre de Vilna, de su vida martirizada y triste de judio.

La rueda mayor giro y el grano empezo a derrama.r.s.e como lluvia de perlas bajo la biblica bendicion del cielo inundado de luz. Interpuso lentamente la mano sobre la cual el trigo caia en clara cascada, y asi la tuvo mucho tiempo. A su lado, la mujer miraba con avidez y Dvorah miraba.

--Veis, hijos mios? Este trigo es nuestro....

Y sobre sus mejillas aradas por una larga miseria, corrieron dos lagrimas que cayeron junto con el grano en la primera bolsa de su cosecha....

--_Alberto Gerchunoff_ (ARGENTINO)

Chapter Footnotes:

[1] =El alcalde de la colonia.= The highest munic.i.p.al authority in the colonias or agricultural settlements on government lands in Argentina.

[2] =por referencias.= VARIANT: =De oidas.=

[3] =en tanto,= _meanwhile_. VARIANTS: =Entretanto, mientras tanto.=

[4] =una copa de cana,= _a gla.s.s of cane-distilled rum_.

[5] =por abundante, por= (=ser tan=) =abundante,= _so abundant_.

5.--LA PESCA EN LAS ISLAS

Pero lo que mas amaba de su campo eran las _islas_, aquellas islas que, como esquifes de verdura, se veian desde la c.u.mbre de un cerro, balanceando las copas frondosas y mojando los ramajes en la espuma.

Cuando el sol de la siesta sacaba al lagarto de su cueva y la vibora de coral[1] dormia enroscada cerca del hormiguero, don Calixto, acostado en el pasto, a la sombra que proyectaban los canelones y los molles, tiraba su aparejo en la parte mas honda del arroyo, en aquel pesquero que tanto conocia y en donde abundaban la lisa begona, el surubi de carne amarilla y el dorado de escamas relucientes. Mientras su pesca aumentaba, los cardenales azules cantaban invisibles en el follaje la melancolica romanza de los bosques, el martin pescador, de plumaje tornasolado, volaba con rapidez a lo largo de la corriente, en busca de su alimento acuatico, los pino-limones desparramaban en torno suyo las cuentas rojas de sus frutas maduras, y las campanulas moradas adornaban los troncos, sobre la malla de las yedras siempre verdes.

--_Santiago Maciel_ (URUGUAYO)

Chapter Footnotes:

[1] =vibora de coral,= _coral snake_. A South American species.

6.--LA CAZA DEL TIGRE

Conociase que las mujeres nos contaban y recontaban[1] desde que nos alcanzaron a ver,[2] y cuando nos acercamos a la casa estaban aun indecisas entre el susto y la alegria, pues por nuestra demora y los disparos que habian oido suponian que habiamos corrido peligros.

Fue Transito quien se adelanto a recibirnos, notablemente palida.

--Lo mataron?--nos grito.

--Si, hija--le respondio su padre.

Todas nos rodearon, entrando en la cuenta[3] hasta la vieja Marta, que llevaba en las manos un capon a medio pelar.[4]

Lucia se acerco a preguntarme por mi escopeta; y como yo se la mostrase,[5] anadio en voz baja:

--Nada le ha sucedido, no[6]?

--Nada,--le respondi carinosamente, pasandole por los labios una ramita.

--Ya yo pensaba....

--No ha bajado ese fantasioso de[7] Lucas por aqui?--pregunto Jose.

--el, no,--respondio Marta.

Jose mascullo una maldicion.

--Pero donde esta lo que mataron?--dijo al fin, haciendose oir, la senora Luisa.

--Aqui, tia--contes...o...b..aulio.

Y ayudado por su novia, se puso a desfruncir la mochila, diciendole a la muchacha algo que no alcance a oir. Ella me miro de una manera particular, y saco de la sala un banquito para que me sentase en el empedrado, desde el cual dominaba yo la escena.

Extendida en el patio la grande y aterciopelada piel, las mujeres reprimieron un grito; mas al rodar la cabeza sobre la grama no pudieron contenerse.

--Pero como lo mataron? cuenten--decia la senora Luisa--todos estan como tristes.[8]

--Cuentennos--anadio Lucia.

Entonces Jose, tomando la cabeza del tigre entre las dos manos, dijo:

--El tigre iba a matar a Braulio, cuando el senor[9] (senalandome) le dio este balazo.